La cocina de la Comicu III: ENTREGAAAAA!!!!
Bueno, ya hace varias semanas que todo el mundo sabe qué tiene que hacer y para cuándo.
Todos los escribas están escribiendo, los dibujantes dibujando y Fede, Javi y yo ya encontramos dibujos copados para todas las notas. Llega la primera de las tan temidas Fechas de Entrega!
Y la primera tanda de entregas corresponde a aquellas cosas sin las cuales no se pueden diseñar las notas, que son los textos y las ilustraciones que encargamos especialmente para la revista. Todo eso tiene que estar el mismo día, en condiciones de viajar via e-mail a los distintos diseñadores que se van a encargar de las distintas notas y secciones.
Al único que se le suele dar un par de días más que al resto, es al pobre al que le toca desgrabar una entrevista. Ese es un laburo arduo, de muuuuchas horas y muuuuy aburrido. Aunque la entrevista haya estado bábara, mientras la desgrabás, la odiás, odiás al entrevistado, maldecís a todos los autores que nombra y a todos sus antepasados. Por eso vale entregar las entrevistas un toquecito más tarde.
A medida que cada escriba termina sus textos, me los mandan a mí o a Fede. Fede al toque me re-envía todo lo que recibe, porque a mí me toca la ímproba tarea de CORREGIR los textos.
¿Vos creías que Daredevil llegó a lo más bajo cuando el Kingpin le descubrió la identidad secreta, le quemó la casa y los trajes, lo dejó sin un mango, sin su título de abogado, hecho un linyera que termina en un hogar de pobres en posición fetal llorando y pidiendo a su mamá? No, flaco. Lo más bajo, el verdadero Born Again, el punto más abyecto de la miseria humana es tener que corregir las animaladas verbales, gramaticales y ortográficas del staff de Comiqueando. Algunos escriben bárbaro, casi sin faltas de ningún tipo. Son mis ídolos. Pero hay otros que mamma mía... Decís "Macho, ¿vos fuiste a la escuela primaria?". Eso, además de tener que lidiar con textos que quedan muy cortos para el espacio que se les había asignado, o que ocupan cinco páginas más que el espacio que se les había asignado.
El laburo de corregir textos se hace en forma gradual, a medida que cada uno entrega, pero obviamente se arma un cuello de botella los últimos dos días previos a la fecha límite para entregar. A veces, llegada esta instancia, no hay más remedio que ajustar el índice, porque alguno no entregó, o alguno se zarpó con la extensión de una nota que quedó demasiado buena como para podarla... y bue, le damos una página más y vemos qué volamos. Eso lo vemos con Fede una vez que están todos los textos entregados y corregidos. Cuando el índice está 100% confirmado, Fede y Javi distribuyen los textos y el material gráfico entre los diseñadores y yo mientras apuro a algún dibujante que no haya entregado su ilustración.
Y ahora sí, empieza el galope para que toda la revista esté diseñada. Acá meten mano cuatro o cinco personas, bajo la atenta supervisión de Javi Hildebrandt, que a su vez diseña las notas que le toca escribir, cosa que también hace Martín Casanova, otro prócer del diseño que tenemos en el staff.
Mientras tanto, Fede se concentra en lograr que los auspiciantes confirmen sus espacios y empiecen a enviar los originales de sus respectivos avisos, y yo, por mi parte, recolecto todas las historietas que forman parte del Comix Trip, imagino en qué orden quedarán mejor y le paso todo a Javi, que empieza a acumular fantastillones de megas en su rígido.
Ya están todos los textos, ya están las historietas y de a poco se van armando por un lado el diseño y por otro la pauta de avisos. Pareciera que falta poco, no?
Mmmmno. Falta bastante.
CONTINUARIOLA
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